Se caracteriza por la presencia de ciertas inclusiones, que le dan su color y que provocan unos reflejos brillantes especiales conocidos como efecto aventurinado.
La venturina natural es un cuarzo en que se encuentran diseminadas pajitas de mica amarillas con reflejos dorados. Como están dirigidos en todos los sentidos, resulta que los visos amarillos de oro se repercuten de muchas maneras cuando la piedra está labrada.
El fondo de estas piedras es ordinariamente pardo claro o blanco rojizo pero se encuentran igualmente amarillentas, parduscas, blancas rojizas y verdosas.
No todas las venturinas deben sus reflejos a partículas de mica. Las hay, y éstas son las más estimadas, cuyos reflejos produce la presencia de cierto número de cristales de cuarzo diversamente situados en la masa. Esta última variedad es ordinariamente de tinta muy clara, de un color blanco verdoso y a veces de un pardo rojizo.